¡ Hola a todo el mundo !
Sí, mis primeras vacaciones “reales” desde 2015 que se dice pronto…y digo reales porque en ocasiones he podido tomarme algunos días libres y proponerme que iban a ser para descansar, pero no. Al final siempre terminaba grabando contenido, dibujando para cumplir con encargos, contestando emails…vamos, lo que viene a ser trabajar.
Bien es cierto que dedicándome a ser una especie de nómada digital furgonetero, me encuentro continuamente contando lo que hago, dónde estoy y con quién, pero este mes de Agosto quería aprender algo que es realmente necesario para la salud mental: DESCONECTAR.
Las vacaciones empezaron con “sorpresa” incluida
Decidí compartir los primeros días de vacaciones con mi sobrina. Juntos nos fuimos rumbo al Gulliverfest por tierras gallegas donde di una charla sobre camperización,y de camino pasamos cerca de Madrid para que me hicieran el asiento giratorio del copiloto de la T3 Syncro. Cuando salimos de allí, el viaje empezó a ponerse interesante y como bien dice mi colega Bikecanine, cuando surgen las dificultades empieza la “emoción” del viaje.
A eso tengo que añadir que fue tremendamente emocionante quedarme con la palanca del cambio de marchas en la mano en plena carretera…me salía la adrenalina por las orejas de pensar que mi nueva furgoneta me tenía lista esta sorpresita de inicio de vacaciones. Y de esta guisa daba comienzo un verano prometedor donde me di cuenta que no hay mal que por bien no venga.
Mientras consultaba talleres cercanos, una grúa para transportar la furgo y obcecado en el problema, la solución se presentó a modo de ángeles de la guarda llamados Jonathan y María. De repente una voz preguntándome si era Pablo de Mundoadro, me sacó de la pantalla del móvil para toparme con una pareja dónde él era soldador y pudo arreglarme la palanca de cambios. La magia de los viajes, ¿No crees?.
Rumbo a Galicia
De camino al Gulliverfest coincidí con mi amiga Sara de aventuras compartidas e hice el tramo final hasta el evento con Javi, fundador de The Social Water, un proyecto que lucha por hacer llegar agua potable a lugares donde no tienen acceso a un agua de calidad, través de sus filtros purificadores.
También dio la bonita casualidad de toparme en el camino con Oliver y Juanlu de Camino sin límites haciendo el Camino de Santiago milenario en su última aventura junto con Pablo de Bikecanine.
Ya en el Gulliver y algo pasados por agua, pude dar mi charla y disfrutar de amigos y personas que comparten la vida camper, al igual que yo.
Camino a Andorra termino en una comuna viajera
Ya en mi segunda parte del viaje y esta vez en solitario, puse rumbo a Andorra donde me esperaba mi amigo Borja al que conoceréis de alguno de mis vídeos y Cindy, mi editora. Pero antes de ello y cuando me encontraba de paso por Barcelona, Bambú de All these humans me ofreció pasar unos días junto con otros viajeros/as que se encontraban muy cerca de allí y sin pensarlo allá que fui
Algunas caras os serán familiares como las de Óscar y Blanca de vivir en ruta y caras nuevas como la de la artista visionaria y exploradora Clonsita, tal y como ella se define. Formamos una especie de comuna viajera durante unos días donde compartimos risas, prácticas de yoga, meditación y buena compañía.
Ya en Andorra cumplí un minisueño, que fue meter al fin a la T3 Syncro en harina y en una ruta donde el 4×4 tirara humo. Lo conseguí en el Pic Negre, un pico a 2.800 metros de altura donde hay una antigua furgoneta Volkswagen abandonada, roída por el óxido y el paso del tiempo y que se ha convertido en un icónico destino.
Con Borja pude compartir unas rutas impresionantes aprovechando su trabajo de guía y uniéndome a las excursiones.
Parada final: Valencia
De vuelta a casa había un compromiso que cumplir en la Meet Camper de Decathlon en Valencia. Allí volví a dar una pequeña charla sobre camperización y coincidí con Eugenio de Lighthumanity, con quien unos meses antes colaboré en un proyecto para llevar luz solar a la Cañada real de Madrid para familias en riesgo de pobreza.
Fin de mis vacaciones
Solo puedo decirte que las necesitaba…
Me di cuenta de lo importante que es desconectar de todo para volver a conectar con uno mismo y con la vanlife. Ducharme en plena naturaleza, dormir en la furgo, parar donde se me antojara…
¡Benditas vacaciones para volver con las pilas cargadas y donde nuevas aventuras y retos ya están de camino!